Colombia
Se fue Kepa Amuchástegui, una de las voces más queridas del arte colombiano. Nos deja historias, personajes y un legado inolvidable.
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Por: María Paula Vargas Rodríguez
Creativa Digital
La noche del martes 27 de mayo de 2025 falleció el actor, director y narrador Kepa Amuchástegui Eloizaga. Tenía 83 años. Su familia confirmó la noticia a través de redes sociales, donde publicó un mensaje breve y emotivo:
Se nos fue, con un respiro lento y sereno, esta bellísima persona.
Kepa fue uno de los rostros más reconocidos y respetados del arte escénico en Colombia. Aunque para muchos será siempre el papá de Don Armando en Yo soy Betty, la fea, su trayectoria va mucho más allá de Economoda. Participó en más de 40 años de televisión, teatro y proyectos audiovisuales, siempre con el mismo sello de profesionalismo, sensibilidad y entrega.
Nació en Bogotá el 9 de diciembre de 1941, hijo de inmigrantes vascos. Estudió arquitectura, pero en la universidad descubrió el teatro y no volvió a soltarlo. Se formó en actuación en París y trabajó en Londres con la Royal Shakespeare Company. En 1968 fundó el Teatro La Mama, uno de los espacios clave para el desarrollo del teatro colombiano en esa época.
Su debut en televisión fue en 1983 con La pezuña del diablo, interpretando al inquisidor Juan Mayorga, y desde entonces participó en producciones como La Ley del Corazón, Garzón, La Pola, La Selección, y por supuesto, Betty, la fea, donde su personaje, Roberto Mendoza, dejó huella en la audiencia por su ternura y sabiduría.
Como director también fue referente. Estuvo al frente de proyectos como El Fiscal, La Casa de las dos Palmas y Pobre Pablo, donde demostró su capacidad para construir historias sólidas tanto delante como detrás de cámaras.
A finales de abril, Kepa compartió un video despidiéndose de sus seguidores. Reveló que padecía cáncer y que ya no podría seguir haciendo contenido. Lo hizo con la misma tranquilidad y claridad que siempre lo caracterizó: sin alarmismos y con honestidad.
Durante la pandemia, sus redes sociales se convirtieron en un espacio donde compartía lecturas, cuentos, anécdotas y reflexiones. Muchos lo empezaron a seguir no por sus papeles, sino por su forma cercana y sincera de hablarle a la gente. Se ganó el cariño de nuevas generaciones que lo conocieron como un narrador cálido, más allá del actor. Un verdadero abuelo virtual que inspiraba a las nuevas generaciones.
La velación se realizará este miércoles 28 de mayo en La Candelaria, Sala de Velaciones.
Colombia despide a un artista integral, pero sobre todo a un hombre que vivió para contar, actuar y enseñar. Kepa Amuchástegui no solo hizo parte de la historia de la televisión: ayudó a construirla.