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Dormir bien no solo depende del colchón o del silencio. El ambiente de tu habitación influye en tu energía, salud y bienestar emocional.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
Dormir bien no solo depende del colchón o del silencio. El ambiente de tu habitación influye en tu energía, salud y bienestar emocional.
En la búsqueda de bienestar y armonía en el hogar, cada detalle cuenta. Al menos así lo plantea el feng shui, una filosofía ancestral china que ha cruzado fronteras y hoy gana adeptos en todo el mundo.
Su premisa es simple, pero poderosa: el entorno influye en nuestra energía vital. Y, según esta visión, hay objetos que, aunque comunes, podrían estar saboteando nuestra paz interior desde el rincón más íntimo de la casa: la habitación.
La filosofía oriental es clara: hay elementos que, si se mantienen dentro del dormitorio, bloquean la prosperidad, afectan la salud y hasta interfieren en la calidad del sueño.
Entre los más señalados, destacan dos por su carga simbólica y energética.
1. Plantas muertas o en mal estado
Aunque parezcan inofensivas, las plantas marchitas tienen una carga energética que el feng shui no perdona.
A diferencia de las plantas vivas —asociadas con el crecimiento, la renovación y laabundancia—, aquellas que están secas o enfermas representan estancamiento, desgaste y abandono.
Si no puedes mantener una planta en buen estado, es mejor no tenerla. O, en todo caso, optar por variedades de bajo mantenimiento o decoraciones con elementos naturales que transmitan vitalidad.
2. Decoraciones con colores sombríos
Otro elemento que podría estar drenando tu energía sin que lo notes es el uso excesivo de colores oscuros en la habitación.
El negro intenso, el gris profundo o los tonos tierra pesados pueden generar un entorno cerrado, opresivo y poco acogedor.
Eso no significa que haya que eliminar por completo los tonos oscuros, pero sí usarlos con moderación y compensarlos con luz natural y elementos decorativos brillantes o cálidos.
El feng shui no se detiene en la decoración. La limpieza, el orden y el mantenimiento del espacio también son pilares fundamentales.
Un dormitorio desorganizado, saturado o mal iluminado no solo afecta el descanso, también puede convertirse en un imán de energía negativa.