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El aniversario de la partida del Cacique de La Junta volvió a abrir un espacio para la memoria, el amor y las palabras que nacen desde la ausencia.
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Creativa Digital
Al cumplirse 12 años del fallecimiento de Diomedes Díaz, su viuda, Consuelo Martínez, compartió un mensaje profundamente personal en el que recordó al artista no solo como ícono del vallenato, sino como compañero de vida y pilar de su familia.
Sus palabras reflejaron el paso del tiempo y la transformación del dolor, un proceso marcado por la resiliencia, el amor que permanece y la decisión de seguir adelante sin olvidar. Un testimonio que conmovió a seguidores del cantante y a quienes han acompañado su historia familiar a lo largo de los años.
En su mensaje, Consuelo expresó que el duelo la obligó a reconstruirse desde el silencio y la soledad. “Han pasado doce años desde el día en que la vida se partió en dos y tuve que aprender a existir sin ti”, afirmó, dejando claro que la ausencia no significó olvido, sino una nueva forma de amar.
También reconoció que el proceso estuvo lleno de momentos difíciles. “Pensé muchas veces que no iba a poder, que la soledad me iba a vencer”, confesó, explicando que entendió con el tiempo que el dolor no se supera, sino que se aprende a llevar. Aun así, sostuvo que el amor que construyeron fue real y que ese vínculo nunca se rompió.
Consuelo destacó que sus hijos se convirtieron en su mayor fortaleza y responsabilidad, una presencia constante de Diomedes en su vida. “Me quedé con nuestros hijos, con esa parte tuya que sigue viva y creciendo”, señaló, asegurando que en sus miradas volvió a reconocer al hombre que amó.
Aunque aceptó que ha caminado sola en muchas decisiones y momentos difíciles, afirmó que nunca estuvo desamparada. “El dolor sigue aquí, cambió de forma, pero no se fue”, expresó, reiterando que, pese a todo, ha seguido de pie, honrando el nombre, el amor y la familia que formaron. Finalmente, aseguró que extraña a Diomedes sin dramatismos, “como se extraña lo que fue hogar”, convencida de que su gran amor la acompaña para siempre.