Colombia
Con cientos de miles de incidentes laborales registrados, la región enfrenta una encrucijada que exige dotar a sus cuerpos de bomberos y líderes estratégicos de herramientas avanzadas y certificaciones internacionales para enfrentar desafíos complejos.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
Colombia y América Latina enfrenta un panorama desafiante en materia de seguridad industrial y respuesta a emergencias, pues más de medio millón de accidentes laborales se reportaron en el último año, según cifras regionales.
El incremento de incidentes en fábricas, bodegas y plantas químicas resalta la importancia de contar con equipos de respuesta altamente preparados, por lo que la adecuada formación del personal que atiende estos eventos se perfila como una prioridad para evitar que situaciones críticas se transformen en catástrofes.
Al analizar la atención de emergencias, surge una interrogante central: ¿existe diferencia significativa entre un bombero convencional y uno especializado?, la respuesta es: Sí, dado que a pesar de que ambos cumplen una labor esencial, su preparación y alcance operativo varían considerablemente.
El bombero convencional presta servicios en incendios estructurales, rescates comunes, primera atención médica y apoyo en desastres naturales.
Opera equipos básicos como motobombas y mangueras, y generalmente actúa bajo la dirección de instancias superiores durante evacuaciones o emergencias urbanas, por lo que su intervención resulta crucial para contener incidentes de baja complejidad y estabilizar víctimas mientras llegan los servicios médicos avanzados.
El bombero especializado, en cambio, interviene en escenarios de alta complejidad, por lo que enfrenta incendios industriales y químicos, maneja materiales peligrosos, ejecuta rescates técnicos en estructuras colapsadas y lidera operaciones de alto riesgo.
Su formación incluye el uso de tecnología avanzada y el conocimiento para tomar decisiones tácticas, como la coordinación de múltiples entidades en situaciones críticas, razón por la que este perfil permite enfrentar incidentes que superarían la capacidad de los servicios convencionales.
La importancia de la capacitación específica se evidencia en sucesos reales. En 2015, un incendio en una bodega de químicos en Bogotá provocó una nube tóxica que afectó a sectores de la ciudad debido a deficiencias en la contención.
En Yumbo, Valle del Cauca, un incendio industrial se extendió por más de 36 horas por la falta de gestión técnica adecuada, ambos episodios recalcan que la ausencia de formación especializada puede convertir emergencias controlables en eventos de gran impacto social y ambiental.
En este contexto, entidades como SACS Group han tomado protagonismo en la formación de personal de respuesta, pues con más de 24 años de experiencia, SACS lidera procesos de entrenamiento técnico en América Latina, en alianza con Texas A&M Engineering Extension Service (TEEX).
Estos programas, reconocidos internacionalmente, están alineados con los estándares de la National Fire Protection Association (NFPA).
La próxima Escuela 59 Spanish Fire School se realizará del 11 al 15 de agosto en Cartagena y reunirá a profesionales de más de 15 países en un entorno de entrenamiento realista.
El programa ofrece nueve cursos intensivos de formación, que incluyen incendios en tanques, manejo de materiales peligrosos, gerencia de emergencias y uso de tecnología avanzada en escenarios industriales.
“La diferencia entre controlar una emergencia y agravarla está en la preparación del primer respondiente, no es suficiente tener voluntad, se necesita conocimiento técnico, criterio y entrenamiento”, explicó Carolina López, gerente técnica de SACS Group para Latinoamérica, en entrevista con Olímpica Stereo.
Carolina López precisó que la preparación no solo abarca al personal operativo, también a líderes y cuadros estratégicos: “Entrenamos a gerentes y personas muy estratégicas de cada organización para prepararlos ante cualquier tipo de emergencia, la idea es llegar a un punto común: salvar vidas y atender cualquier evento que se pueda manifestar en cualquier parte de Colombia y de Latinoamérica”.
López también describió el proceso de fortalecimiento institucional en Colombia: “Aquí se está fortaleciendo y se está fortaleciendo por medio de los recursos que a cada uno de los municipios y departamentos para tener a sus cuerpos de bomberos cada vez más robustecido. Nosotros también somos parte de ese fortalecimiento”, indica.
Sobre el papel de SACS en grandes emergencias, López detalló: “Funcionamos como un asesor y también en atención, si nos lo activan y si nos lo piden, cuando se acaban los recursos y necesitan más, nos pueden activar. Casi siempre apoyamos en asesoramiento y con nuestro equipo. Nosotros aprendemos mucho de los bomberos voluntarios, nosotros somos más especialistas en industrial”.
Quienes completen los programas de la Escuela 59 obtendrán doble certificación, otorgada por SACS y TEEX, lo que les habilita para trabajar en industrias, puertos, aeropuertos y empresas multinacionales sujetas a normas internacionales exigentes.
Entre los cursos, López destaca que se pueden encontrar capacitaciones “para ser instructor, para atender incendios en tanques, para incidentes con sustancias peligrosas, para gerenciar emergencias, entre otros”.
Para quienes deseen sumarse, la gerente técnica de SACS enfatizó: “Cualquier persona interesada que vea que este es un foco en su organización nos contacta y la asesoramos para que pueda acceder a la Escuela 59 o a cualquiera de los cursos que tenemos. Estamos atentos, somos una empresa 24/7”.