Colombia
Las actividades incluyen música, comida, premios y recreación desde las 6:00 a. m. en varias estaciones de servicio de la capital.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
El 16 de julio de cada año, la devoción y la cultura popular se encuentran en una de las festividades más emblemáticas para los transportadores colombianos: el Día de la Virgen del Carmen.
Para 2025, Petrobras y Olímpica Stereo impulsan la celebración con una jornada de actividades en tres estaciones de servicio de Bogotá, resaltando la importancia de esta fecha para conductores y sus familias.
Desde las 6:00 a. m., las estaciones de servicio:
Recibirán a clientes y devotos con música, comida, premios y actividades recreativas.
Olímpica Stereo y Petrobras lideran la organización del evento, buscando fortalecer los lazos entre la empresa, sus usuarios y la comunidad de transportadores.
La radio será parte activa en la animación y la difusión de esta conmemoración.
El programa invita a Bogotá a sumarse en cualquiera de las paradas, en una ruta pensada para compartir la energía y la fe que caracterizan esta jornada.
Los asistentes encontrarán sorpresas durante el día, reflejando el papel central que la celebración de la Virgen del Carmen ocupa en la vida cotidiana de los transportadores.
La imagen de la Virgen del Carmen está presente en la mayoría de los vehículos de carga, taxis y buses de Colombia.
Su figura, asociada a la protección de conductores y pasajeros, es un ícono indiscutible en las rutas y terminales del país, razón por la que cada 16 de julio, los caminos se llenan de coloridas procesiones, caravanas y actos religiosos que reafirman la fe de miles de trabajadores del transporte.
La devoción a la Virgen del Carmen tiene un origen que se remonta al Monte Carmelo, en Tierra Santa, cuando en el siglo XIII, la orden de los carmelitas adoptó a la Virgen como patrona y difundió el uso del escapulario como símbolo de protección.
Esta práctica se extendió a Europa y América Latina, y en Colombia, desde la época colonial, las cofradías y hermandades promovieron su veneración, sobre todo en la región Caribe.
Con el tiempo, la creencia en la protección de la Virgen se consolidó entre los transportadores, quienes la consideran su intercesora ante los peligros diarios de la carretera, por la que camioneros, taxistas, conductores de servicio público y marineros han transmitido esta tradición a lo largo de generaciones.
En Colombia, la festividad se vive con procesiones en caravana donde los vehículos se adornan con flores, banderas e imágenes de la patrona.
Las bocinas y oraciones marcan el paso de los conductores, mientras en los puntos de encuentro improvisan altares y renuevan promesas de agradecimiento por favores recibidos.
En lugares como el autódromo de Tocancipá, las celebraciones incluyen misas y actividades que reúnen a transportadores de diversas regiones, promoviendo la solidaridad y la fe.
La devoción a la Virgen del Carmen también se ve reflejada en las historias de quienes atribuyen a su intercesión la superación de accidentes o enfermedades, reforzando la tradición como un elemento esencial de identidad comunitaria.