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Una joven venezolana intentó decorar su hogar para las fiestas, pero su gata convirtió la tradición en una batalla viral que conquistó las redes sociales.
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Creativo Digital

La llegada de diciembre marca el inicio de las celebraciones navideñas en los hogares, impulsando tradiciones que van desde las reuniones familiares hasta el clásico armado del árbol de Navidad. Para muchos, este ritual constituye un momento de encuentro cargado de simbolismo, pero para quienes conviven con mascotas, la tranquilidad de la decoración puede transformarse rápidamente en un desafío de paciencia.
En este contexto festivo, la usuaria venezolana María Márquez compartió con sus seguidores un episodio casero que rápidamente se volvió viral en las plataformas digitales. Lo que comenzó como una jornada de decoración tranquila y organizada, terminó convirtiéndose en una divertida batalla campal debido a la insistencia de su mascota por apropiarse del árbol.
En el video difundido, María aparece completamente entregada al espíritu navideño, vestida con un gorro tradicional blanco y rojo junto a unas pantuflas haciendo juego, dispuesta a armar el árbol siguiendo la costumbre familiar. El comienzo del proceso sugería una jornada apacible, con luces amarillas envolviendo las ramas y un aire de celebración en el ambiente.
Sin embargo, la calma duró poco, ya que una protagonista inesperada irrumpió en la escena convirtiendo el pino sintético en su territorio de juegos. A medida que la joven avanzaba con el armado, la felina la seguía de cerca, lanzándose sobre la estructura cada vez que se colocaba un nuevo adorno y derribando con agilidad lo que su dueña intentaba construir con tanto esmero.
La situación se volvió todavía más compleja con la presencia de un segundo gato, que se sumó a la escena para jugar y pelear, entorpeciendo aún más los planes de decoración. El contraste entre la dedicación de la joven y la actitud despreocupada de los gatos le confirió un tono divertido al video, generando empatía en muchos usuarios que han vivido experiencias similares.
En un intento desesperado por recuperar el control, María recurrió a un método singular: utilizar un secador de pelo para apuntar a la gata y disuadirla de trepar. La estrategia consistía en usar el aire y el ruido del aparato para alejar al animal cada vez que intentaba abordar el árbol, buscando proteger los adornos recién colocados.
Lamentablemente, los resultados distaron de ser satisfactorios. En la parte final del registro se observa cómo la gata perdió el miedo y decidió enfrentar al secador para subir nuevamente al árbol. Esto demostró que el plan no logró su objetivo, dejando a la dueña visiblemente estresada ante la imposibilidad de completar la decoración navideña.