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El tablero de tu vehículo emite señales que, si sabes descifrar, pueden ahorrarte costosas reparaciones y accidentes. Descubre cómo responder a ellas para evitar riesgos en la carretera.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
Los testigos del carro son indicadores luminosos en el tablero que alertan sobre el estado de los sistemas del vehículo. Su correcta interpretación evita daños graves y accidentes.
Estos símbolos, estandarizados internacionalmente, se clasifican por colores según su urgencia: rojo (atención inmediata), amarillo (precaución) y verde (información). A continuación, detallamos los 10 testigos más importantes.
Este indicador rojo se activa cuando el freno de mano está puesto. Si permanece encendido durante la marcha, alerta sobre un posible daño en el sistema de frenos. Circular con este testigo activo puede sobrecalentar el motor y reducir la eficiencia de frenado.
En algunos modelos, también señala un nivel bajo del líquido de frenos. Verificar este componente es esencial para mantener la seguridad al conducir.
El ícono "Check Engine" indica un malfuncionamiento en el motor. Si parpadea, sugiere un fallo grave que requiere detener el vehículo de inmediato. Una luz fija puede apuntar a problemas menores, como un sensor defectuoso.
Las causas comunes incluyen fallas en el sistema de inyección, encendido o emisiones. Un escaneo con herramienta de diagnóstico es necesario para identificar el error exacto.
Este símbolo amarillo advierte sobre una presión incorrecta en las llantas. Ignorarlo aumenta el riesgo de pinchazos o pérdida de control. Sin embargo, a veces se activa por fallas en los sensores, por lo que se recomienda una verificación manual.
Mantener la presión recomendada por el fabricante optimiza el rendimiento y seguridad del vehículo.
Alerta sobre un sobrecalentamiento del motor, usualmente por falta de líquido refrigerante o fallas en el radiador. Si se enciende, detén el auto y espera a que se enfríe antes de revisar el nivel del refrigerante.
Circular con este testigo rojo activo puede causar daños irreparables al motor.
Indica baja presión o nivel insuficiente de aceite, lo que compromete la lubricación del motor. Una fuga o consumo excesivo son causas frecuentes. Revisar el aceite con regularidad previene desgastes prematuras.
Ignorar esta alerta roja puede llevar a una avería costosa, como el gripado del motor.
Señala problemas en el sistema de carga, ya sea por una batería descargada, alternador defectuoso o conexiones corroídas. Si se enciende en marcha, el vehículo podría apagarse por falta de energía.
Una revisión eléctrica oportuna evita quedarse varado.
Avisa cuando el tanque entra en reserva (generalmente con 3-5 litros restantes). Aunque no indica una falla, es crucial repostar pronto para evitar quedarse sin gasolina.
En algunos autos, este testigo amarillo incluye una flecha que indica el lado del tapón de llenado.
Si permanece encendido tras el arranque, señala una falla en el sistema de airbags. Esto compromete la seguridad en caso de colisión, por lo que debe repararse cuanto antes.
En algunos modelos, también alerta sobre problemas en los pretensores de los cinturones.
Indica una falla en el sistema antibloqueo de frenos, lo que reduce la estabilidad en frenadas bruscas. Aunque el auto sigue frenando, se recomienda revisar los sensores o la unidad de control.
Este testigo amarillo suele activarse junto al del control de estabilidad.
Exclusivo de motores diésel, alerta sobre la saturación del filtro. Conducir a regímenes altos durante 15-20 minutos suele regenerarlo. Si persiste, requiere limpieza profesional.
Ignorarlo puede derivar en pérdida de potencia y reparaciones costosas.
Interpretar correctamente los testigos del carro es clave para mantener su buen estado y seguridad. Ante señales rojas o amarillas, actúa con prontitud y consulta a un especialista. Realizar mantenimientos preventivos reduce la aparición de estas alertas.