

Colombia
Desde “Los peces en el río” hasta “A la nanita nana”, estos villancicos mantienen vivas las tradiciones, evocando fe y alegría en las reuniones navideñas de todo el país.
Publicado:

Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital

Con la llegada de diciembre, las novenas navideñas en Colombia cobran vida con luces, unión y, sobre todo, la música de los villancicos.
Estas canciones tradicionales son el alma de las celebraciones decembrinas, en especial durante las novenas y la Nochebuena, cuando niños y adultos se reúnen en torno al pesebre, rememorando el nacimiento del niño Jesús.
La palabra villancico proviene de "villa", guiando su raíz al latín villanus, refiriéndose a los habitantes humildes de las villas medievales. Según la filóloga Silvia Iriso, citada en El gran libro de los villancicos, estas canciones no nacieron vinculadas a la Navidad, sino que abordaban diversos temas populares cuando se difundieron en España y Portugal durante la Edad Media y el Renacimiento.
Compositores como Juan del Encina, Mateo Flecha y Gaspar Fernandes elevaron el género, recogiendo poemas de temática rural, amorosa o noticiosa y dándoles forma musical.
La Iglesia adoptó símbolos religiosos en la letra de los villancicos, atrayendo a los feligreses y propiciando su interpretación en templos, lo que fortaleció su vínculo con la Navidad.
Durante los siglos XVII y XVIII, el villancico adoptó mayor complejidad musical e incluso teatral, consolidándose como parte esencial de la liturgia en la Nochebuena cristiana.
Villancicos existen en todo el mundo, conocidos como Christmas Carols en inglés, Weihnachtslieder en alemán, y Agüinado en Venezuela, entre otros nombres.
El más célebre internacionalmente es Noche de paz, compuesto para la misa de Gallo de 1818 por el pastor austriaco Josef Mohr, canción que hoy se escucha en 330 idiomas.
En Colombia, el villancico se integró con fuerza a las tradiciones navideñas, especialmente en las novenas, pues su temática se centra en figuras como el niño Jesús, la Virgen María, San José, los Reyes Magos y los pastores.
Creada en 1975 por el músico venezolano Hugo Blanco y conocida como “Burrito de Belén”, esta canción contagia alegría a los niños y acompaña el ritual de las novenas.
Letra:
Con mi burrito sabanero voy camino de Belén (Bis) Si me ven, si me ven, voy camino de Belén (Bis) El lucerito mañanero ilumina mi sendero (Bis) Si me ven, si me ven, voy camino de Belén (Bis) Tuki tuki tuki tuki, tuki tuki tuki ta Apúrate mi burrito que ya vamos a llegar Tuki tuki tuki tuki, tuki tuki tuki ta Apúrate mi burrito, vamos a ver a Jesús Con mi cuatrico voy cantando, mi burrito va trotando (Bis) Si me ven, si me ven, voy camino de Belén (Bis).
Esta canción, popularizada en español a partir de 1941, se atribuye a la pianista estadounidense Katherine Kennicott, que tradujo una melodía checa al inglés.
Letra:
El camino que lleva a Belén baja hasta el valle que la nieve cubrió los pastorcillos quieren ver a su Rey, le traen regalos en su humilde zurrón rom pom pom pom rom pom pom. Ha nacido en un portal de Belén, El Niño Dios.
Yo quisiera poner a tus pies algún presente que te agrade, Señor, mas tú ya sabes que soy pobre también, y no poseo más que un viejo tambor, rom pom pom pom rom pom pom. ¡En tu honor frente al portal tocaré con mi tambor!
Rodolfo el Reno Basado en el personaje de la cultura navideña anglosajona, narra la historia del reno de nariz roja elegido por Papá Noel para guiar su trineo.
Letra:
Era Rodolfo un reno que tenía la nariz Roja como la grana y de un brillo singular Todos sus compañeros se reían sin parar Y nuestro buen amigo solo y triste se quedó Pero Navidad llegó, Santa Claus bajó Y a Rodolfo lo eligió por su singular nariz Tirando del trineo, fue Rodolfo sensación Y desde aquel momento, toda burla se acabó.
Compuesta por Josef Mohr en Austria, este villancico es referencia universal.
Letra:
Noche de paz, noche de amor todo duerme en derredor sólo suenan en la oscuridad armonías de felicidad armonías de paz, armonías de paz.
Noche de paz, noche de amor ha nacido Jesús pastorcillos que oís anunciar no temáis cuando entréis a adorar que ha nacido el amor (bis).
Canción andaluza de autor desconocido, muy presente en novenas y coros infantiles.
Letra:
Campana sobre campana Y sobre campana una Asómate a la ventana Verás al Niño en la cuna Belén, campanas de Belén Que los ángeles tocan ¿Qué nuevas nos traéis?
De origen incierto, evoca la alegría de los animales por el nacimiento de Jesús.
Letra:
La Virgen se está peinando Entre cortina y cortina Sus cabellos son de oro Y el peine de plata fina Pero mira cómo beben los peces en el río Pero mira cómo beben por ver al Dios nacido Beben y beben y vuelven a beber Los peces en el río por ver al Dios nacer
Fue compuesta por José Ramón Gomis y Juan Francisco Muñoz y Pabón y publicada en 1904 en España.
Letra:
A la nanita nana, nanita nana, nanita ea, mi Jesús tiene sueño, bendito sea, bendito sea. Fuentecilla que corres clara y sonora, ruiseñor que en la selva cantando lloras callad mientras la cuna se balancea a la nanita nana, nanita ea.
Adaptación de un villancico catalán, se canta como arrullo.
Letra:
Anton tiruliruliru anton tirulirurá (Bis) Jesús al pesebre vamos a adorar (bis). Duérmete niño chiquito que la noche viene ya cierra pronto tus ojitos que el viento te arrullará.
Las novenas colombianas cobran sentido con estos villancicos, que pasan de generación en generación y convierten la Navidad en una fiesta inolvidable de fe, música y convivencia.